• Si eres el tipo de persona que está convencida de que debe trabajar para obtener lo que quiere y no esperar a que caiga del cielo directo a tu regazo.
• Si sabes que eres capaz de más y estás orientado a la acción.
• Si eres audaz y valiente.
• Si te impulsa el deseo por hacer la diferencia y quieres mejorar tu vida porque al hacerlo, mejoras la vida de quienes te rodean.
• Si tus acciones tienen un propósito. Simplemente no sabes qué te está frenando y te resistes a pensar que has alcanzado tu nivel de resistencia.
• Si has tratado de formar hábitos por meses (incluso años), pero todavía no los has interiorizado ni te han dado los resultados que buscas.
• Si estás listo para subirte las mangas y ensuciarte las manos. De hecho, estás totalmente entusiasmado por las nuevas oportunidades que se abrirán ante ti una vez logres dominar tu día a día y mantenerte en el camino correcto.